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Crónica: Desahogo

  • Marcos Jesús Concepción Albalat
  • 18 jul 2016
  • 11 Min. de lectura

Es del conocimiento de los que han leído mis Crónicas que existen cuatro de ellas que se titulan ‘NIEGAN LA ENTRADA A MI AMIGO’, pero en estas no aparece lo que supuestamente causó la decisión de las autoridades de la Dirección General de Inmigración de la República de Cuba tomar tan drástica medida, la de no dejar entrar a un nacional por más de 15 años y sin explicaciones de ningún tipo…


Con fecha 10 de enero de 2013 mi amigo recibió la notificación de parte de su suegra que el Consejo de Estado cubano – nada más y nada menos que el Consejo de Estado cubano -, ya lo autorizaba entrar a su país, noticia que nos llenó a todos de alegría, sin embargo, por respeto, nunca le pregunté a mi amigo cual serían las razones que pudieron motivar la negación de su entrada al país por tanto tiempo…


Recientemente mi amigo visitó mi hogar, hacía tiempo no nos veíamos, y sinceramente mi curiosidad pudo más que el respeto que siento por él… y le pregunté al saludarnos si por fin visitó Cuba, y me respondió:


  • Marcos, no, y tengo la impresión que como único visito mi país es que exista algún fuerte motivo, como por ejemplo que me inviten a enfrentar a la persona que decidió que yo no podía entrar al país, y eso si me motivaría porque sería saludable que se organicen, o se eliminen, causas tan brutales como la que me aplicaron a mi como ‘castigo’, porque para mí no tiene otro nombre, sino ‘castigo’…

  • ¿O no te das cuenta que solo dos cosas pudieron lograr me perdiera el crecimiento de mi nieta por más de 15 años?... Pienso que la primera tiene que estar relacionada con algo personal y la segunda porque se me haya enrolado en algún ‘caso’ que solo ellos conocen y que yo nunca logré conocer, como se oye decir en ocasiones, ‘le fabricaron un caso para joderlo’…

  • En cualquiera de las dos situaciones, humanamente se me debió haber dado una respuesta, pero nunca me la dieron… Incluso, hasta les propuse por escrito en cartas que le dirigi a Fidel y a Raúl me dejaran entrar a la Isla para que se me juzgara si el caso lo meritaba, y tampoco se me dio esa oportunidad de poderme defender…

  • Solo de algo estoy seguro, una computadora no funciona si un ser humano no le aprieta una tecla, y ese alguien recibió una orden, y el que dio la orden tiene detrás a otro, entonces, pregunto, ¿Quién fue ese otro y cuáles fueron los motivos o cargos que se me imputaron y sancionaron en mi ausencia?... Porque como quieras que lo analices me aplicaron una condena de 15 anos…

  • Te cuento algo bien interesante… Hace unos días revisando ‘Páginas’ en la Red, leí un Artículo titulado “El misterio de la Santísima Trinidad: Corrupción, Burocratismo, Contrarrevolución”… Articulo un poco fuerte, extenso, pero hay unos cuantos párrafo que se deben tener en cuenta los que cuidan, protegen, los más de 50 años de sacrificio de nuestro pueblo, y que desde mi punto de vista valió la pena, y que sin lugar a duda bajo tantas dificultades, sacrificio, se ha logrado beneficios que muy pocos países del tercer mundo no han podido alcanzar los sagrados logros de nuestro hermoso pueblo cubano, incluso, ni las naciones bajo el manto de la tan cacareada ‘democracia’ por unos cuantos de la parte de acá…


¿Recuerdas algo de lo que dice tan mencionado artículo que te dejó pensando?...


  • Sí, claro que sí, conéctame tu computadora, y te ‘salvaré’ el artículo en una carpeta para que lo tengas a tu disposición, pero te leeré los parrafos que desde mi punto de vista es lo más importante… Dicen asi:


  • “La corrupción mina la confianza del pueblo en los dirigentes, en las instituciones y crea el ambiente moral que permite a la contrarrevolución avanzar. Constituye el mayor peligro interno que tenemos actualmente porque provoca un deterioro moral y político- ideológico, que produce o va generando, dentro de la población, la desconfianza en los dirigentes, facilita el terreno, el ambiente moral y político, para que la contrarrevolución avance.


  • El beneficio monetario, el amiguismo, la corruptela, el favoritismo, el nepotismo, la vida fácil, son factores que conducen a las concesiones políticas inconvenientes, es decir, contrarrevolucionarias. Por medio del funcionario corrupto, el enemigo puede penetrar al gobierno y al estado e incluso, al Partido.


  • La corrupción, forja un ambiente, que en nuestro caso, ya en parte existe, aunque no sin retroceso (algunos la consideran generalizada, yo no) dentro del cual, el individuo pierde valores, poniéndolo en condiciones de aceptar aquellas variantes de comportamiento que sustentan de manera prioritaria, la comodidad, el privilegio no ganado, y el beneficio personal. Otro es el daño que hace que muchos revolucionarios se sientan incapaces de cambiar la situación y entonces, bajan la guardia. Adoptando la posición de “no buscarse problemas, no coger lucha “.


  • La corrupción es una enfermedad social, altamente contagiosa, que nadie ha resuelto hasta ahora, por lo que debemos evitar que esta se propague, como irremediablemente ha ocurrido en otros lugares. Es necesario reconocer que la lucha contra la corrupción es parte de la lucha de clases dentro de la revolución, (porque son en última instancia los corruptos los que se benefician y los obreros y trabajadores los que se perjudican, aunque ellos también participen) el asunto no se va a resolver.


  • Pero los verdaderos corruptos no son los que venden leche en polvo, ni siquiera los que venden bienes duraderos a las mismas puertas de los supermercados, sino los que desde sus cargos en el gobierno y en el estado, controlan y abren los almacenes.


  • Son esos, los que debemos remover de los cargos estatales, pues son los que de verdad manejan los recursos del estado y las posiciones cómodas, que a veces les facilitan a sus amigos. ¿O de donde salen los colchones, televisores, aires acondicionados y otros productos duraderos, que se vocean y venden a las mismas puertas de las Shoppings?, ¿de dónde salen esos productos, duraderos? Se trata del propio funcionario estatal corrompiendo hacia abajo. Porque nadie importa esos productos, ni compra la leche en polvo en el exterior, ni disfruta del poder como ellos, de abrirles los almacenes a los delincuentes.


  • Está demostrado que la disidencia no tiene arraigo en el pueblo, que es en general revolucionario y antiimperialista o antiyanki al menos. Pero ese mismo pueblo, que la disidencia no logra mover ahora, si se ve afectado por un ambiente de corrupción, desconfianza en la dirección del país e inmoralidades en el manejo de sus recursos (porque los recursos son del pueblo, y eso no es solo discurso) en medio de un ambiente de crisis económica, no superado, se desmoraliza y aflojan su resistencia en el combate político a la disidencia, la cual se aprovecharía muy bien de ello dentro de ese tipo de ambiente social. Por eso, como fundamento en mi artículo, digo que, sin considerar no importante a la disidencia, es ahora la corrupción la verdadera contrarrevolución.


  • Son los revolucionarios los primeros preocupados con esto. Luego entonces, ¿Quién favorece de manera más directa e inmediata a la contrarrevolución? ¿La disidencia o la corrupción?


  • Fidel dijo, que nosotros mismo podíamos destruir a la revolución. ¿Por qué lo dijo, por qué hizo una declaración tan dramática que no se había hecho nunca? ¿Estaría pensando en la corrupción también? ¿Cuáles son esas fuerzas que están dentro de nosotros mismos y que pudieran acabar con la Revolución? Creo que debemos haber pensado en eso. Fidel habló de revolucionarios destruyendo a la Revolución, es decir, que dentro de la propia Revolución podía estar la fuerza que la destruiría. ¿Se puede vivir tranquilo con esa premonición, de quien nos conoce mejor que nosotros mismos?


  • Mi artículo, La corrupción ¿La verdadera contrarrevolución? no pretendía desviar la atención de la cuestión de la disidencia, ni de la campaña mediática contra Cuba, sino que simplemente no le otorgaba a esos asuntos la primera prioridad, y centraba su interés en lo que considero lo fundamental ahora: la corrupción y la política de Obama hacia Cuba, que se dan la mano en algún punto, que aún no identificamos plenamente, pero que nos inclinamos a pensar que está en alimentar la corrupción y seguirle creando un ambiente de silencio para que avance. ¿No nos parece sintomático, que la corrupción no ocupe un lugar destacado entre las críticas de Estados Unidos contra Cuba? No se le menciona.


  • Algunos consideran que de la corrupción no se debe hablar, que hay que ocultarla, porque nos afea la cara y porque el enemigo puede utilizarla como argumento contra la revolución y entonces apoyan que no se brinde información necesaria a los que sufren el problema. Escogen el erróneo trillo de" taparle la bola a la gente". Eso es pura paranoia, el enemigo más inteligente, y ahora lo son, no se apoya en simples mentiras, sino en la sobredimensión de nuestros problemas reales y en las páginas que nosotros dejamos en blanco. En los temas de nuestra realidad que regalamos, para que después nos vengan de rebote. Los temas no se regalan, dejándolos que se conviertan en instrumentos de una diplomacia agresiva contra nosotros, o permitiendo que otros hagan su historia, dándoles la posibilidad de que te digan cómo o es el presente y te diseñen el futuro.


  • Siempre será mejor, reconocer nuestros males y deficiencias nosotros mismos, porque es el silencio sobre ellas lo que más daño nos puede hacer. Aunque los enemigos puedan tomar nuestras palabras para tergiversarlas y sacar provecho de ellas, eso no es lo más importante. Dejarle nuestros temas al enemigo, es quedar como tontos y de eso el enemigo si se aprovecha muy bien y toma ventaja.


  • Raúl dijo: “No vamos a dejar de escuchar la opinión honesta de cada cual, que tan útil y necesaria resulta, por la algarabía que se arma, a veces bastante ridícula, cada vez que un ciudadano de nuestro país dice algo a lo que esos mismos promotores del espectáculo no harían el menor caso, si lo escucharan en otro lugar del planeta “(Raúl Castro Ruz, Y a trabajar duro… citado por Carlos Alzugaray, Revista Temas, No. 60, p. 44).


  • ¿COMO COMBATIR A LA CORRUPCION?


  • Me atrevería modestamente a sugerir, que hay que declararle la guerra campal a la corrupción, con todas las fuerzas revolucionarias organizadas, discutiendo y actuando. Crear una situación en que los corruptos sepan que no van a tener cuartel, que cualquiera los puede denunciar y que los tribunales van a funcionar rápido y que le darán cuenta al pueblo de su actuación diaria. Que las denuncias pueden ser anónimas, aunque ello se pueda prestar para dirimir cuestiones personales .No importa, más adelante eso se arregla.


  • No debemos temerle a que se afecte la unidad, ¿qué unidad? Si en definitiva, la corrupción es un parteaguas clasista, los que queden de su lado, son enemigos del socialismo y de los trabajadores. La unidad con ese tipo de gente, aunque algunos simulen y se digan revolucionarios, no es posible. Por muy cerca que estén al lado de la revolución, por mucho que se esfuercen en parecer revolucionarios, los corruptos están del lado enemigo, no pertenecen a nuestras filas .No se puede en eso, perder el espíritu de clase. Porque cuando se pierde el espíritu de clase se pierde todo.


  • En realidad, por otro lado, no tiene mucho sentido hablar de corrupción si aunque sea no mencionamos al burocratismo. Ese mal que es su hermano gemelo y que tiende a darle cobertura. Según dice el Cro. Jorge G. Barata y yo lo comparto, siempre que se le pregunte a la burocracia ¿cómo combatir la corrupción? Dirá que con más controles, papeles, modelos e inspecciones. Esos no son más que simples instrumentos de trabajo, pero no la esencia del problema que se afronta con la corrupción


  • La corrupción no es un problema administrativo, ni solo de modelos o controles, la corrupción es, en primer lugar, un problema político y como tal, en principio, se le debe atacar. No es el aparato burocrático, por muy eficiente que pueda parecer, el que primero nos va a defender de la corrupción, sino la acción directa del Partido. No es el aparato burocrático, porque en ningún lugar ha logrado acabar con la corrupción. Nosotros tenemos algo más poderoso, el Partido.


  • Pero todo el Partido; si se les exige a las organizaciones de base del Partido circunscribirse solo a su radio de acción, los niveles superiores reciben una información, que sumada, es total, pero los núcleos no, lo que les impide proyectarse con un sentido global del problema. Además, impide que las organizaciones de base del Partido se proyecten críticamente hacia arriba, lo cual es también muy importante en términos del control de la actividad de los órganos superiores por los de la base.


  • Lo más importante del Partido, es su militancia, no los órganos de dirección a ningún nivel. Esa deformación costó muy caro en la URSS. Al final, no pocos directores de conglomerados industriales, aparecieron como propietarios privados de lo mismo que dirigían y no pocos dirigentes del Partido pasaron a formar parte de los nuevos ricos. La militancia, encerrada como un “rebaño” dentro de sus núcleos, no pudieron hacer nada para impedirlo. ¿Acaso pensamos que a nosotros en Cuba no podría ocurrirnos lo mismo?


  • Por eso pienso que el Partido tiene que hacer un pronunciamiento sobre la corrupción, abierto, fuerte, agresivo, amplio, transparente, que ponga a temblar a los corruptos donde quiera que estén, que les eche el pueblo encima y declare cosas, tales como: “no habrá intocables”, “no habrá perdón con los que atenten contra los bienes del pueblo”, “el castigo será fuerte y ejemplar”. En China los fusilan de manera casi inmediata, ¿porque no? En Cuba, después de fusilar a un Héroe de la República, lo cual fue un verdadero trauma político y lo continúa siendo, ¿A quién no es posible fusilar, o ponerlo en la cárcel de por vida?


  • Que tal pronunciamiento pueda dar señales al enemigo de lo grave que es el problema de la corrupción, no debe detenernos; porque no es el enemigo el que va a venir a resolverla, somos los revolucionarios cubanos.


  • Cuando lo del narcotráfico no se tuvo esa consideración, el que la divulgación de ese proceso podría darle armas al enemigo y se discutió todo; los juicios fueron públicos.


  • El enemigo, todo lo contrario, quisiera que los verdaderos revolucionarios no se percatasen de lo grave que es ese problema y cualquier problema. En realidad, el enemigo debe saber que en Cuba conocemos a fondo la gravedad del asunto y que estamos actuando con todas las fuerzas en su contra. Como hicimos cuando lo del narcotráfico, repito. Lo cual quedo exhaustivamente reflejado en materiales escritos.


  • Y para eso, además de tener el Partido y las organizaciones, contamos también con un ejército de intelectuales revolucionarios y preparados, a los que debemos siempre mantener lo más informados posible, para que estén en condiciones de reaccionar a tiempo y de manera eficiente.


  • Pero si ante un artículo, como “Corrupción: ¿la verdadera contrarrevolución?, lo que se hace es someter al autor a un proceso de sanción y separarlo de las filas del Partido, sin tener en cuenta su historial de sostenida e incondicional fidelidad a la Revolución por más de 50 años, buscando con ello, al parecer, dar un escarmiento, se hace daño al Partido y al país. Porque se trasmite un mensaje a la intelectualidad revolucionaria, a la masa partidaria y a la izquierda en general, de que el Partido va a ser implacable con quien considere que se equivocó, aunque haya sido de buena fe y que es preferible quedarse callado, practicando el oportunismo y haciéndole el juego a lo mal hecho. Lo cual, en mi modesta opinión, no tiene nada que ver con lo que debe ser el espíritu crítico, que debe primar en un Partido como el nuestro, ni lo que la situación interna actual requiere.


  • Es que de manera lamentable, entre nosotros, parece predominar la idea de que el único objetivo de un debate es convencer a los ciudadanos, sea cual sea su posición, de que el curso de acción trazado por las instancias superiores, en un determinado momento, es el único verdaderamente revolucionario, por lo que toda crítica o disidencia surge de la confusión ideológica, la ingenuidad, o peor, de actitudes antirrevolucionarias.


  • Pensamos, que lo que hay es que acabar de enrumbar el camino de los cambios necesarios; terminar de quitarnos de encima los lastres burocráticos y los esquematismos que nos frenan, darle, como hemos dicho, la guerra sin cuartel a la corrupción, terminar de poner a la economía en el carril del crecimiento y veremos entonces, que ni dos Obama al mismo tiempo y toda la derecha contrarrevolucionaria, van a poder con la Cuba que hizo esta Revolución.


Interesante lo que acabas de leerme, pero ¿lo tendrán en cuenta en Cuba?...


Mi estimado amigo, perdón por haberte preguntado por lo que ya se superó, y por favor, te reitero mis excusas por ‘revolver’ la mierda, pero como tú nunca me habías comentado, ni yo preguntado, pues creo que te hice resentir lo que no deseas sentir ni escuchar…


  • Marcos, no sé en qué momento, ni como logre ver recientemente en la Red un video sobre Fidel, donde las imágenes y la melodía de fondo con su impresionante contenido en su letra, que ni tan siquiera tampoco sé quién es su autor ni el que la interpreta, en que uno de sus estribillo dice así:


  • ‘Son, lo digo yo, muchas razones a defender… Difícil es el camino pero yo sigo con él’…


  • Marcos, Gracias por ser mi amigo…


*Marcos Jesús Concepción Albalat… (Trinidad/Casilda, S.S., Cuba) Agosto 03-1947… Reside en Miami, Florida, Estados Unidos… Licenciado en Gestión Comercial Internacional… @: marcosjesus360@yahoo.com – Director de la Agencia de Información ‘ArgosIs-Internacional’ en la Red… argosisdirector@yahoo.com - Web: http://www.argosisinternacional.com...

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