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Crónica: Se me cae la ‘pared’

  • Marcos Jesús Concepción Albalat
  • 18 jul 2016
  • 8 Min. de lectura

Me imagino las interrogantes que se harán quienes me conocen cuando vean estas dos fotos, donde en una asisto al entonces Ministro de Comercio Exterior y Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Marcelo Fernández Font, en 1979, y en la otra comparto con mi amigo Jorge Valls Arango en Miami, en 1989… El primero comunista y el segundo lo contrario…


Marcelo Fernández Font (1932-2005)…

Jorge Valls Arango (1933-2015)…


Estoy convencido que algunos de quienes me leen desearían castigarme por decir mi verdad, por ser yo... Recomiendo a los no muy seguros de sí mismos, que nunca se disculpen porque se consideren correctos, o porque se sientan años por delante de su tiempo… Si te sientes seguro de estar en lo cierto, que hable tu razón… Incluso, si te consideras en minoría, en uno solo, tu verdad seguirá siendo tu verdad…


Vamos a ver si me doy a entender…


¿Por qué el título de esta Crónica “Se me cae la ‘pared’”?... Porque califico a las generaciones de una gran pared, incluso, hasta pudiéramos compararlas con una simple ficha de dominó, que cuando cae la primera que está delante de ti, inexorablemente caerá la próxima, un día más, un día menos, no dejará de caer, hasta que caiga la tuya… En mi nacimiento no alcanzaba ver la cantidad de ‘paredes’ que me separaban de la última… Hoy sí… Hoy veo la que está delante de mí…


A Marcelo y a Jorge los conocí en diferentes circunstancias, a uno en Cuba y al otro en Miami… El primero fue, de cierta manera, mi jefe, y el segundo un buen amigo referente... Tuve el privilegio de poder descubrir en ellos dos un denominador común, aunque hayan defendido posiciones políticas e ideológicas totalmente diferentes... El primero se mantuvo fiel al proceso de la Revolución cubana, el segundo se alejó en los primeros meses del triunfo del 1 de enero de 1959 por involucrarse en el muy mencionado juicio a ‘Marquitos’, sobre la Masacre de Humboldt 7 ocurrida el 20 de abril de 1957 en La Habana…


Aquel día la Policía Nacional de la Dictadura de Fulgencio Batista, y bajo las órdenes del capitán de la policía Esteban Ventura Novo, un tristemente célebre torturador y asesino, masacró a los revolucionarios que habían sobrevivido al Asalto al Palacio Presidencial y a la toma de la estación de ‘Radio Reloj’ el 13 de marzo de ese año: José Machado Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, Fructuoso Rodríguez Pérez y Joe Westbrook Rosales, quienes se ocultaban en el edificio marcado con el número 7 en el apartamento 201, situado en la calle Humboldt próximo al Malecón habanero de la capital cubana…


Estos revolucionarios fueron delatados por Armando Marcos Rodríguez Alfonso, alias ‘Marquitos’, un antiguo participante en las luchas revolucionarias…


A Jorge lo conocí en Miami finales de los años 80 a través de la Sra. Gisela Hidalgo... Jorge en ese entonces era el Presidente del Comité ‘Human Rights in Cuba’ con sede en 2121 Ponce de León, Suite 408, Coral Gables, Fl. 33134, Teléf. (305) 444-3437… Nuestra primera conversación se la imaginarán, todo relacionado con Cuba, y por supuesto, el ya traía referencias mías sobre el ‘cartelito’ que me ha identificado como una de las personas que mantiene comunicación directa con el gobierno cubano, especulación que no me he podido quitar de encima, aunque no me molesta...


Jorge no dejaba de visitarme no solo en mi oficina, sino también en mi casa, nos habíamos identificado en muchas áreas, incluso, hasta en la que no compartíamos… A Jorge se le sentía un ser humano con características complejas, pero con cierta ingenuidad; era una persona extremadamente sana… Sus explicaciones, sus respuestas a mis preguntas, me dejaban en el aire, en ocasiones no las entendía, creo no haber estado preparado para descifrar lo que deseaba trasmitirme cuando me hablaba… Eso sí, católico, apostólico y romano a morirse, incluso, también me manifestó que admiraba la Monarquía…


Sabía muy bien que Jorge cumplió 20 años de prisión en Cuba por estar involucrado en el juicio donde se sancionó a la pena capital a ‘Marquitos’, por ser el causante de la muerte de los cuatro compañeros de Humboldt 7…


¿Qué relación tuvo Jorge en ese desagradable juicio que se le celebró a ‘Marquitos’ y en el que a él se le sancionó a 20 años de prisión?...


Es una pregunta que me atreví a hacerle… ¿Respuesta? (Más o menos)…


  • ‘Marcos, los designios de Dios son muy grandes... Todos sobre la tierra de una forma u otra debemos pagar un precio por los pecados de los demás... Motivado más bien por la compasión y por el amor que sentía por ‘Marquitos’, me vi involucrado en ese juicio en el que no debí haber estado… No me arrepiento de absolutamente nada, lo volvería a hacer si la historia se repite… El tiempo me ha curado las heridas internas… En ocasiones he pensado que lo sucedido debió haber sido diferente, pero en torno a las circunstancias creadas solo Dios sabrá si se obró con justa medida o no… Yo cumplí mi condena y no guardo resentimientos contra los que me juzgaron, siempre los perdoné… Solo sé que cumplí con ‘Marquitos’, eso hace sentir aliviada mi alma ante Dios…


En una de las tantas reuniones que mantuve con Jorge, se me ocurrió preguntarle por qué no visitaba Cuba y respondió que estaba seguro no le dejarían entrar… Y le volví a preguntar:


Jorge, ¿tu deseas o no visitar Cuba?, porque tu respuesta va más allá de la especulación, porque la gestión, según tú, nunca la has hecho, es decir, no perderíamos nada si se hace, y de lograrse, podrás llegarle a muchas de las personas que tú me has mencionado que desearías ver, incluso, varios de ellos mantienen altas responsabilidades en el Gobierno y el Partido Comunista Cubano (PCC), uno de los que tu mencionas lo conozco personalmente, y no he dejado de mantener buenas relaciones con él…


Jorge se me perdió por un buen tiempo… Un buen día me llamó Alejandro Novo al que conocía hacia unos años, invitándome a unas reuniones que hacía un Grupo de Compatriotas, algunos de ellos expresos políticos… Le pregunté los nombres de los que participaban, y resultó que uno de ellos era Jorge... A Novo le pedí de favor que me lo trajera a casa y así mismo fue… Mucha alegría me dio volver a conversar con él después de algunos años sin verlo… Luego me hizo tres visitas más, Jorge no manejaba (no conducía autos), lo iba a buscar y lo traía a mi casa a cenar y luego lo regresaba a su apartamento…


Hoy 24 de Octubre de 2015, leo la lamentable noticia en el diario El Nuevo Herald, en Página 6-A, en la Sección Locales, sobre su fallecimiento, ocurrido el pasado día 22 en un auspicio de Miami a los 82 años de edad…


Lo único que se me ocurrió fue llamarlo por teléfono, (210) 710-9446, sabiendo que no me iba a responder, le dejé un mensaje y también le escribí otro:


  • "Estimado Jorge, sé que no leerás este mensaje… Me desperté con la lamentable noticia de tu definitiva partida sin podernos despedir… Creo que no dejé de decirte que no solo te respetaba, sino que desde que tuve la primera conversación contigo, surgió de mi parte un aprecio particular aunque pensábamos diferentes con respecto a Cuba… Aquí conservo las fotos de nuestra última cena en compañía de mis dos hijos, Richard y Adita, y mi compañera Niurka… Por lo católico que eres, sin temor a equivocarme tu Dios estará esperándote… Tu amigo Marcos Jesús Concepción Albalat".


En uno de mis viajes a La Habana, visité al Ministro Marcelo y le trasmití mis conversaciones con Jorge y su interés de visitar Cuba... Me respondió:


  • ‘Marquitos, dame unos días y te responderé el resultado de la gestión’…


A los tres días llegó la respuesta:


  • "Marquitos, le dices a Jorge que envíe su Pasaporte a la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, su viaje está garantizado"…


A mi regreso a Miami, se lo comuniqué a Jorge, pero este no realizo la gestión, y nunca le pregunté por qué no tramitó su pasaporte…


Visitando la residencia del Ministro Marcelo, Kiky, hijo de Marcelo, me comentó que el televisor de su casa no se veía y que no tenía arreglos... Aquello se me quedó grabado en mi mente… Y me preguntaba ¿cómo era posible que un Ministro del Gobierno no tuviera un televisor?...


Fui directo a las oficinas del Ministerio de Comercio Exterior, y entré a ver al Vice-Ministro de Administración, Compañero Vallina, y le comento el hecho, quien muy amablemente inició gestiones por teléfono con otros compañeros y de inmediato me orientó visitar a una persona que me estaba esperando para entregarme un televisor.


Lo recogí y lo llevé para la casa de Marcelo, con lo cual me gané un buen regaño de su parte, pues cuando se enteró de mi actuación me llamó por la noche a mi apartamento y me citó a su casa…


De inmediato me presenté y lo primero que me preguntó sin mediar saludos, fue:


  • Marquitos, ¿pudieras explicarme dónde y cómo resolviste el televisor que trajiste a mi casa y quien te lo pidió’?...


Le respondí que cuando visite su casa en la mañana su hijo Kiky me comento que el televisor estaba roto… Y que nadie me lo había pedido sino que fue una iniciativa mía y no de su familia…


El Ministro me respondió:


  • ‘Marquitos, regrese el televisor de donde lo entregaron, yo haré la gestión de arreglar el que tenemos o trataré de comprar otro’…


Por un tiempo tuve ciertas responsabilidades en las casas de visita del Gobierno cubano en la playa de Varadero… Cuando estábamos en la temporada de vacaciones, algunas de estas casas de visitas se les facilitaban a los trabajadores que se destacaban en su trabajo de diferentes Organismos del Estado, así como también a dirigentes del Gobierno…


A estas casas de visitas cuando se le asignaba a una familia, tenía la responsabilidad de suministrarles una cuota asignada de alimentos, aunque la mayoría de quienes la utilizaban los traían consigo…


De vacaciones el Ministro Marcelo con su familia en Varadero, su esposa, Ana Arroyo, me llamó por teléfono para pedirme le comprara viandas para uno de sus hijos que estaba enfermo, y de inmediato las conseguí con un campesino, amigo mío, que vivía entre Varadero y la ciudad de Cárdenas… El costo de las viandas fue tan poco que no tuve necesidad de cobrárselas… Pero en el mismo instante que las estaba entregando a Ana, el Ministro Marcelo me vio y me preguntó cuánto me habían costado…


Conociéndolo muy bien, los nervios me traicionaron y le respondí que unos cincuenta pesos… Me entregó esa cantidad y me retiré… De regreso a mi casa me llevé el cargo de conciencia de un ladrón, porque en realidad la compra no había sobrepasado los quince pesos…


Tal y como lo he escrito aquí, así mismo procedió el Ministro Marcelo durante todo el tiempo que trabajé con él como ‘agregado’... Mis últimos quince años de trabajo en mi país, transcurrieron entre varios Ministerios, y todos, sin excepción, mantenían la misma conducta de decencia, honestidad y moral…


Muchos se preguntarán ¿qué tiene que ver Jorge Valls Arango con Marcelo Fernández Font?... ¿O Marcelo Fernández Font con Jorge Valls Arango?... Mucho… Tienen que ver mucho… Los dos se conocían personalmente… Los dos guardaban ciertas similitudes, y en ellos sobresalía su honestidad, su decencia, su lealtad a sus ideas, etc…


Marcelo y Jorge se me parecían, y mi aprecio y respeto hacia ellos dos fue inmenso… Recuerdo las últimas palabras que me dirigió el Ministro Marcelo en mi última visita a Cuba antes de fallecer:


  • Marquitos, conozco de primera mano el por qué te me fuiste, lo sentí como la pérdida de un hijo, lamento no me hayas comunicado tus pesares, quizás no hubieras tomado tan drástica decisión, y te agradezco mucho tu comportamiento hacia mi persona, hacia mi familia, y en el cumplimiento de tus deberes…


Jorge me dejo por escrito una dedicatoria en su primer libro ‘Filo, Contrafilo y Punta’ que me obsequió, editado en 1991:


  • ‘Para Marcos Concepción siempre perseguidor de la esperanza’…


Cuando tú cambias, tu pensamiento, tu vida, cambian… Enmendar el rumbo de la vida es un trabajo interior... No se necesita una acción concertada con nadie más, ni con el más allá... Cuando tú te mueves, el mundo se mueve... En la medida en que tú cambias, los demás agentes de tu vida cambian, o desaparecen reemplazados por otros… Y mientras te ayudan a asimilar sus enseñanzas, tú los ayudas a vivir las que ellos necesitan…


En las relaciones, trabajar sobre ti mismo da resultados... Querer cambiar a los demás, no sirve de nada...


Que E.P.D. Marcelo y Jorge... Desde las dos orillas…


*Marcos Jesús Concepción Albalat… (Trinidad/Casilda, S.S., Cuba) Agosto 03 1947… Reside en Miami, Florida, Estados unidos… Licenciado en Gestión Comercial Internacional… @: marcosjesus360@yahoo.com... Director de la Agencia de Información ‘ArgosIs-Internacional’ en la Red… Web: http://www.argosisinternacional.com... @: argosisdirector@yahoo.com - twitter.com/ArgosIs - twitter.com/ArgosIsUSA - twitter.com/ArgosIsMiami - twitter.com/ArgosIsCuba - Yahoo: https://espanol.groups.yahoo.com/neo/groups/ArgosIs-Internacional/info

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