Opinión: Miami: Trump:¡mano dura contra Cuba!
- Jorge Dávila Miguel
- 5 oct 2016
- 3 Min. de lectura

La Florida es uno de los estados clave para las elecciones 2016 y Donald Trump bajó hace una semana a Miami para cortejar a los cubanoamericanos. Les prometió que anularía las medidas ejecutivas de Obama y con ello el proceso de normalización, a menos que hubiera “libertad religiosa y política”.
Lo de la libertad política tiene tela por donde cortar, pero ¿lo de la religiosa? Donald, como es costumbre, dice cosas sin pensarlas o sin siquiera conocerlas, porque si en vez de mandar a la isla a sus empleados hace un tiempito para averiguar sobre la posibilidad de construir campos de golf, hubieran visitado Centro Habana, se habría enterado que al gobierno cubano le da lo mismo un papa que un babalao.
Pero el Donald quiere acabar con el legado de Barack. No Obamacare, no TPP, no acuerdos con Irán. Es su particular manera de borrar de la historia al primer presidente negro de Estados Unidos, después de que tuvo que aceptar públicamente que había nacido americano.
Y a los que también pone Trump en tres y dos[i], para usar un término beisbolero, es a los congresistas, ex congresistas y políticos cubanoamericanos. Todos ellos casi en bloque le siguen negando el pan y el agua a Donald Trump, porque marchan en la siempre compungida procesión del clan Bush. Si algo hay que reconocer es que son gente fiel. ¿Pero qué van a hacer ahora que el dorado magnate americano se ha bañado en olor de Calle Ocho? La pregunta es fácil, la respuesta no.
Pero están en tres y dos por razones muy sencillas. Los barones republicanos (y los condes y capitanes y notarios) que se oponen ferozmente a Trump ––al margen de otras posibles y honorables convicciones, están jugando a que el magnate pierda las elecciones de noviembre. Así podrían recuperar o hacerse con el control del partido republicano después de la pesadilla de este “advenedizo”. A la cabeza de ese movimiento, o al menos como más visible adalid, se encuentra John Ellis "Jeb" Bush, también en su calidad de representante familiar. Y los políticos cubanoamericanos hasta el momento, con la posible excepción del representante federal Mario Díaz Balart, se mantienen al lado de dicha aristocracia partidista. Lo que quiere decir que si Ileana Ros Lehtinen, Marco Rubio, Carlos Curbelo, etc. se suman a Donald Trump porque este ha prometido tener mano dura con La Habana, al más joven de los Bush no le iba a gustar mucho.
Pero además, no sería nada aconsejable porque como todos ellos saben perfectamente bien desde que Trump anunció su candidatura en Nueva York, el magnate era solo un celebrity epatante que no podía prosperar y en consecuencia nunca iba a ganar. Todos ellos se convencieron de ello, se mantienen firmes y siguen rezándole el rosario a la virgen para que eso pase. Por lo tanto, para qué disgustar a Jeb y sumarse a Trump, aunque proclame en Miami los principios y la lucha por la libertad de Cuba tal cual ellos mismos los entienden y los proclaman: mano dura con Castro, borrar la distención, ese “loco endemoniado”. Claro que no debe ser así. Nosotros –– se dirán siempre–– con el benjamín Bush. Pero entonces la peligrosa posibilidad les toca a las puertas. Miran las encuestas donde sube el Donald, miran a Hillary, a Obama y se preguntan: “¿Y si gana Trump? ¿Me quedaré fuera del juego? ”
El discurso del candidato republicano en el James L Knight Center de Miami la semana pasada cabe perfectamente dentro de la tradicional categoría “Viva Cuba Libre en el Versalles”. Todos los candidatos vienen, dicen más o menos lo mismo y después hacen más o menos igual. Y eso lo saben también nuestros representantes cubanoamericanos. Pero la gran diferencia ahora es que el candidato republicano llega a Miami sin que la alfombra roja la hayan desplegado ellos. Así que, mirándolo bien, están dentro y están fuera. Ya el cubanoamericano más famoso de Texas, Ted Cruz, endorsó al Donald. Pero los nuestros de aquí del patio calentito de Miami… ¿Decidirán algo?
*Jorge Dávila Miguel es comentarista de CNN en Español y columnista en el Nuevo Herald… Es comentarista político de CNN en Español… Colaborador de la Agencia de Información ‘ArgosIs-Internacional’ en la Red… Twitter: http://@jorgedavilaCNNE … jdavilamiguel@gmail.com **Este Artículo, Declaración, Documento, Etc., escrito por nuestros COLABORADORES, necesariamente no tiene que reflejar en su totalidad nuestra Línea Editorial… Nuestro propósito es establecer el vehículo de información que les permita a los demás formarse su propio criterio, especialmente en los acontecimientos políticos, económicos, etc., que inciden, directa y/o indirectamente, en cada uno de nosotros… "La educación y la instrucción no consisten en rellenar la mente de ideas ajenas, sino en estimularla para que produzca sus propias ideas"… Ahora les corresponde a ustedes hacer sus propias conclusiones…
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