La Familia: Decretando amor

LA FAMILIA… ARGOSIS: FEBRERO 17 DE 2017…

xLic. Arturo Chang (MF-Cuba).

Colaborador.

ArgosIs-Internacional…

Independientemente de lo que debe hacerse a nivel de la sociedad, incluyendo leyes, el amor en la familia hay que cultivarlo...

¿Yo, un padre joven, estoy educando bien a mis hijos para que no me dejen apartado cuando sea un viejo? ¿Estoy ganándome el amor de mis hijos y demás familiares o estoy provocando un rechazo creciente en la medida en que transcurre el tiempo? ¿Esgrimiré en el futuro los necesarios decretos, edictos o ukases para obligar a que mis familiares me amen y atiendan?

Estaban por finalizar los años de la década de los 60 del siglo pasado cuando una alumna de Camagüey le preguntaba al doctor Armando Hart Dávalos, entonces secretario de Organización del Comité Central del Partido, por qué si un esposo era infiel, su mujer no era mal mirada como sí lo era el hombre en caso de que no se divorciara de la cónyuge si lo engañaba.

Más o menos esas eran las palabras con que la compañera formuló la interrogante en una escuela habanera donde el dirigente partidista impartía una conferencia, ante un auditorio expectante, en un asunto que a la luz del machismo imperante en esos momentos, era algo normal.

Olvidé el nombre de la muchacha que, al terminar la charla, rodeada de otros estudiantes, no ocultaba su desacuerdo, aunque admitió que no pueden dictarse leyes ni normas que haya que irlas a cumplir a otro planeta, como tampoco es posible —por decreto— establecer ninguna costumbre ni obligar a alguien a que sienta de un modo determinado hacia otra persona.

Aquellas reminiscencias han dado paso a respetar las intimidades y vida privada de cada cual, y como alguien dijo esa vez (fuera de la conferencia, por supuesto): “No hay que estarle cuidando la portañuela a nadie, a lo cual la joven de la pregunta agregó: “Pero entonces tampoco hay que cuidarle nada a la mujer”…

Desde entonces, la sociedad cubana ha avanzado un trecho respetable, aunque —para los dolientes sobre todo— todavía somos machistas, intolerantes, homofóbicos. Y hasta se exige promulgación de leyes, lo cual es una aspiración legítima, independientemente de lo que piensen unos u otros.

Recientemente un amigo me comenta que en China aprobaron leyes y sanciones más fuertes para que dentro de la familia no dejen abandonados y desamparados a ninguno de sus integrantes. Fue inevitable recordar la pregunta de la camagüeyana y los razonamientos del intelectual que ocupaba un cargo existente en aquellos años en el Partido al más alto nivel.

Estos son otros tiempos, y con respecto al Asia, estamos en otro espacio, con nuestras características propias. Por tanto, caminos y soluciones también deben ser autóctonos, aunque tomemos experiencias y hasta consejos de otros.

Podrán dictarse cuantas leyes se consideren necesarias, pero antes de hacerlo, como antaño, también hay que preguntarse si serán para cumplirlas en otro planeta o en Cuba, pues nadie puede obligar a que se le tenga aprecio, afecto, cariño o amor a otro.

Esas legislaciones deben tomar en cuenta el momento, pero también es necesario apelar a mecanismos que pueden implantarse a nivel de la sociedad por los gobernantes mediante un aparato estatal. Y aquí no termina el asunto. Hay muchas preguntas que debemos hacernos y no pretender que las respuestas de hoy serán las mismas del mañana.

¿Yo, un padre joven, estoy educando bien a mis hijos para que no me dejen apartado cuando sea un viejo? ¿Estoy ganándome el amor de mis hijos y demás familiares o estoy provocando un rechazo creciente en la medida en que transcurre el tiempo? ¿Esgrimiré en el futuro los necesarios decretos, edictos o ukases para obligar a que mis familiares me amen y atiendan?

Fuente: http://www.cubahora.cu/blogs/el-foro/decretando-amor

*Lic. Arturo Chang… Graduado en Periodismo y Ciencias Sociales en la Universidad de La Habana, Cuba-1972/1986... Columnista de la sección «A la vista» Periódico Vanguardia, Villa Clara, Cuba… Colaborador de la Agencia de Información ‘ArgosIs-Internacional’ (www.argosisinternacional.com)…

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